¡Portazo y a paseo!

Relaciones tóxicas.

A vuelto a ocurrir otra vez y ya van …., por enésima vez ha vuelto a aparecer esta mujer. Por más que le doy con la puerta en las narices no lo entiende, nunca ha captado ni las directas ni las indirectas. ¿De quién demonios estoy hablado? Pues de una mujer con la que tuve una breve relación hará mas de veinte años, duró lo que dura un beso. No me enteré nunca de su nombre y nunca me interesé por ella, no bebo los vientos por esta señora ni sueño por las noches con ella, vamos que nunca la he amado ni la amaré jamás. Desconozco lo qué viene a buscar, no entiendo por qué algunas personas se empeñan en pelear por algo que nunca van a conseguir, además, aparece cuando menos te lo esperas y tampoco se el por qué aparece en esos instantes, ¿el calor, la lluvia, el cambio de estación, alguna sustancia incontrolada? No lo sé, lo ignoro. Personalmente no puedo convivir con alguien a quien no amo ni me interesa amar ni que tampoco tengo en mis planes de futuro.

La puerta en las nracies.

Hace tiempo que dejé de razonar con ella, simplemente cierro la boca, manos en los bolsillos y me voy según donde esté, en otros casos cierro la puerta. Mi respuesta es siempre la misma, no, no, no y ¡no! Ella siempre me dice que me ama, tiene un concepto del amor un tanto particular ya que no sé dónde se mete cuando en la familia tenemos problemas como en cualquier otra familia de este loco mundo, nunca aparece, ni está ni se la espera. Vamos que por no tener no tiene ni mi número de móvil, ni me sigue en redes sociales, ni la conocen en la familia, ni ná. Tranquilos no la estoy dando ideas porque no las tiene, si aparece por casa es porque siempre he vivido en el mismo domicilio. Esta clase de persecución o acoso puede incluso llegar a ser delictivo, tengo mis razones para pensarlo, pero no sería la solución a este problema ya que el problema está en la cabeza de esta mujer y no precisamente en la aplicación de la Ley. Puede que a lo mejor con el tiempo me plantee tomar alguna acción legal, uno va cumpliendo años y ya no tiene el aguante que tenía hace años, a parte que ciertos protocolos han cambiado en este país lo que me hace replantearme mi buenismo, mucha gente me lo dice, <<Eres demasiado bueno>>.

Casos de estos conozco unos cuantos, sé que no soy el único al que le sucede ésto. Ahora bien, por qué sucede sería largo de comentar, ¿por qué ciertas personas se quedan enganchadas a otras? ¿Qué pretenden conseguir? Cuando uno lleva más de dos décadas sin interesarte lo más mínimo de una persona y además no te importa absolutamente nada de lo que haga, no se sospecha que quizás, puede que a lo mejor, es posible qué, ¡me importe un bledo lo que suceda con esta mujer! No deseo mal a nadie, mi inevitable buenismo,  pero verdaderamente no quiere entender, ni quiere comprender que no hay forma humana de que me quede con ella, además, no se entera que hago lo que me viene en gana con mis relaciones personales, tengo mis hábitos de vida y no pienso cambiarlos para nada, no la pido permiso, ni pienso qué es lo que quiere.

Esto me lleva a otro razonamiento, perder veinte años de una vida persiguiendo a un fantasma me parece que es muy duro, creerse algo que no ha existido nunca es digno de psiquiatra y no darse ni cuenta peor. Levantarse a las mañanas y creer que va a atravesar una puerta que siempre la va a tener cerrada es de ilusos, además, el tiempo es algo que no se recupera jamás quizás es lo más valiosos que tenemos incluso por delante del dinero, los años pasan y no regresan nunca. No sé lo que ocurrirá cuando se percate de toda esta pérdida, tengo claro que la culpa es solo de ella, jamás la mentí ni la engañé. No puedo comentar nada de su vida porque no sé dónde vive, ni dónde trabaja, ni por dónde anda, no tengo ningún medio de poder contactar con ella y ni falta que me hace. Sé que para mi desgracia volverá a aparecer no se ni cuándo ni dónde pero ocurrirá lo de siempre: ¡Portazo y a paseo!

Las entradas no van a ser siempre para echar flores, de todo hay en nuestra vida.

Un saludo a todos.

Una respuesta a “¡Portazo y a paseo!

  1. This is indeed odd. It sounds like unrequieted something, maybe just an irrational attraction, at a great distance, over an unimaginable time. Now that I think of it, maybe it’s an obsession! We humans are a strange bunch, aren’t we, Manu?

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